Muchos de nosotros aún habiendonos operado, somos concientes que tenemos "desordenes alimentcios" que si bien nos operaron el estómago, NO nos operaron la cabeza, la mente, ni nuestra vida. La verdad es que no salimos del quirófano con una vida nueva, sino que salimos con una FUERTE GANA de tener una vida nueva y ese impulso es el que nos lleva a no dejarnos vencer como antes lo hacíamos.
¿Hace cuánto que no nos sentimos undidos por alguna frustración? Imagino que para los que llevamos poco tiempo sentimos que eso es cosa del pasado, pero si le preguntamos a nuestros "Hermanos Mayores Bariatricos" nos dirán que la vida sigue y que depende de la fuerza positiva con la que la enfrentemos para no dejarnos vencer. Nos recuerdan siempre que los conflictos internos y externos siempre pueden estar ahí y que solo dependerá de la forma en que aprendamos a abordar esos temas y de la Fuerza Emocional que tengamos en ese momento.
Si bien, en el pasado no teníamos claro como poder priorizar las cosas en el momento de hacerle frente a un problema y teníamos como resultado un problema con la comida, es ahora que tenemos que aprender a manejar adecuadamente la "interpretación de nuestras experiencias cotidianas"; es decir, que tenemos que aprender a reconocer nuestras sensaciones, amociones, sentimientos y afectos de tal forma que no "CON-FUN-DAMOS" (fundir con) el sufrimiento psicológico con los problemas físicos.
Se que muchos cuando vivimos situaciones importantes en las que experimentamos sufrimiento, ansiedad, frustración, etc; hemos aprendido a darle una solucion FISICA; es decir ir a la nevera y comer lo primero que nos origine sensación de bienestar, en lugar de darle una solución PSICOLOGIA al tratar de alejarnos, relajarnos o desconectar de la situación hasta encontrar como abordarlo. Esto nos enseño durante mucho tiempo de nuestra vida a adquirir hábitos inconcientes, donde cada vez que sufríamos enfrentabamos esa realidad de una manera física y no mental; posiblemente porque no estabamos con una fortaleza como la que desde la operación vamos alimentando emocionalmente cada día.
Así que recordar que toda situación afectiva y emocinal que se traduzca en angustia, preocupación, ansiedad, debe ser combatida con la Mente y no con la boca...
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